sábado, 13 de abril de 2013

Un derbi inusual

Después de la presentación de rigor, comenzamos (sin que sirva de precedente) hablando de fútbol, hablando de derbi, de derbi sevillano.

Antes de nada, discuto mucho con la DRAE por llamar derbi a lo que no es, por lo menos para mi. Un derbi es un Betis-Sevilla, un Atlético-Real Madrid o un Espanyol-Barça (hablando de España), a los demás partidos se le pueden llamar de otras maneras (por ejemplo: clásico), pero para mi, un derbi es un derbi.

Antes del partido: ¿Derbi sevillano? ¿Resultado? Casi todos diríamos 0-0, o 1-1 (con mucha suerte), pues no, un partidazo, tres a tres, con remontada, con buenos goles, con intensidad (como todos), en fin, totalmente equivocados.

Primera parte excepcional del Sevilla (Mel sigue sin dar en la tecla de como salir a estos partidos). Navas era un avión por la derecha, el recién casado Rakitic con muchísimo espacio, Negredo muy activo y Reyes encontrando pases. Con todo eso, que lo permitió (una vez más) Mel, el Sevilla arrolló a los verdiblancos. Rakitic pronto hizo el primero, sin ángulo, pero con una salida en falso de Adrián. Rakitic también hizo el segundo, aunque fue un claro fuera de juego (Negredo interviene, y mucho), aunque eso no quita el flojísimo “despeje” de Chica. Y Negredo (para rematar el paseo) hizo el tercero, en un buen pase de Reyes con la defensa verdiblanca pasando la caraja.

Como era normal, el ambientazo del inicio (precioso ambiente, tifo, rollos de papel y papelillos) se vino abajo. En Heliópolis paseaba la sombra del 5-1 de la ida, o incluso sombras peores. Pero Medel hizo su primera aportación al partido. Regala una pelota fácil a Pabón, que se planta sólo, y la pica con calidad. 1-3, al borde del descanso, parecía que había derbi.

Y tanto lo había. Penalti (muy riguroso) en el inicio del segundo tiempo. “El Canario” (Rubén Castro), no falla. Dos a tres. La impresionante primera parte de los nervioneneses se iba al garete. Y apareció Medel con su segunda aportación al partido. Cañas (muy inteligente) lo pica con un feo empujón en una tangana, pues el chileno le lanza una bofetada-puñetazo que “mata” al de los rizos. Amarilla para Cañas, Roja para Medel. Y media hora por delante. No paso nada, o casi nada, hasta que un potente nigeriano (al que nadie entiende en Sevilla) le dio por hacer el salto de su vida en el 89. Testarazo de Nosa que se colaba en la portería del portugués Beto. Los béticos se venían abajo, los sevillistas más abajo todavía. 3-3. Resultado justo para los verdiblancos e injusto para los sevillistas. En algo si ganó el Betis. En peinetas. Dos a cero. De Mel y de Nosa, eso no se hace, pero no sólo es un derbi, es un derbi sevillano, de los mejores del mundo, un derbi inusual. Un partidazo.
Los verdaderos protagonistas del derbi.

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